Una casa en medio de la nada

—Hay una empresa que se dedica a vender terrenos de la Luna.
—¿Con qué autoridad?
—No lo sé, pero tienen bastante éxito. Viste mucho tener un título de propiedad de unos terrenos lunares.
—Vaya, pues es buen negocio, entonces.
—Claro. Además, no es que vayan a reclamar los selenitas, que no existen.
—Es cierto. Pueden vender terrenos lunares, marcianos y del resto del sistema solar, pero no de otros planetas, que podrían estar habitados y habría querellas interestelares.
—Sí. A lo mejor en otro planeta una empresa se dedica a vender terrenos de la Tierra. Tal vez nuestra casa pertenezca ahora mismo a un extraterrestre.
—Iré mañana al banco con ese argumento para renegociar la hipoteca.

1 comentario:

Lasinverso dijo...

Soy una mutación que muta en vuestras mutaciones de la pelvis, desde un rincón del mundo, al otro lado de una pantalla...¿Quién sabe en tierra de quién?


mola mucho lo que hacéis
:-D

saludos cósmicos